En lo que va de la pandemia, en Merlo cerraron 32 establecimientos turísticos
El sector es uno de los más golpeados. La parálisis, los costos de funcionamiento y la falta de apoyo llevaron a poner punto final.
Desde el área de prensa de la Municipalidad de Merlo, informaron a El Chorrillero que 32 establecimientos cerraron por no poder hacer frente a la situación actual. Los motivos básicamente son económicos.
Explicaron que la caducidad de la habilitación comercial “les posibilita a los propietarios bajar cargas impositivas" como monotributo, Ingresos Brutos y otros impuestos.
Esto significa entre $2 mil y $10 mil, dependiendo del tamaño del establecimiento, por mes de ahorro en costos operativos originados por los tributos.
“En términos de impacto de capacidad de plazas no es tan alto porque Merlo tiene 14.800 plazas en temporada y con estas cifras se reduciría en cerca de 150. El costo es social porque sabemos que impacta profundamente en la cadena (proveedores, empleados, servicios adicionales) y sobre todo en estos tiempos de retracción económica”, explicaron desde el Municipio de la Villa.
También informaron que se dio de alta a un hotel de 8 habitaciones.
La presidenta de la Asociación Hotelera de Merlo, Silvina Ripke analizó el contexto actual del turismo: “La estamos pasando muy mal”.
“Es una situación que ya pasó el límite, por más que desde el Gobierno nos digan que abrimos en julio, no nos alcanza porque montar la estructura y habilitarlo para el movimiento que tiene San Luis no sirve, es perder plata, más de la que venimos acumulando”, manifestó.
Sobre el cierre de establecimientos, Ripke indicó que "es muy doloroso ver que colegas tengan que tomar esa determinación. Muchas familias se quedan en la calle”.
“Hay mucha gente que hoy decide bajar las persianas porque tener abierto un mes más, implica una mayor deuda. El costo es tan grande que no alcanza con lo que se pudo haber recaudado de la temporada de verano”, sostuvo.
En ese sentido, expuso que Edesal, a pesar de la situación, continuó cobrando los intereses por el servicio de luz: “No hay empatía por nada y el Gobierno que podría haber intervenido, en decir, que no se nos cobrara porque esto es una lucha entre todos”.
Al ser consultada si tenían expectativas sobre la habilitación del turismo interno, expuso: “La hotelería se puso de acuerdo en que no iba a abrir, por un lado porque no es redituable y segundo porque no creen capaz de poder llevar adelante un protocolo con el ínfimo movimiento que genera el sector interno”.
Asimismo, señaló que le pidieron al Gobierno de Alberto Rodríguez Saá la posibilidad de créditos a tasa cero “para que el sector realmente se reactive”, pero no obtuvieron respuesta.
Protesta nacional de hoteleros y gastronómicos
Ripke adelantó que adherirán, tanto desde la asociación como en forma particular, a la campaña #2J que comenzó hace unos días por las redes sociales y que culminará con una movilización a nivel nacional el próximo 2 de julio para exponer la situación del sector y pedir que se apruebe una ley de emergencia turística en el Congreso.
“Ese día vamos a compartir posteos relacionados a la protesta, solicitando a los legisladores, que escuchen”, contó. De esa manera, desde Merlo acompañarán la movida.